Llegó octubre de 2012 y allí
estaba, en la misma aula del Centro Cultural Paco Rabal, dispuesto a emprender
mi tercer año consecutivo de Taller de
Relato Breve. Otra vez volví a ser afortunado. De nuevo con la
Sita Esther , más feliz que una perdiz
recién casada, dispuesta a hacernos sufrir martes tras martes.
Repetimos
Luiscar, Raquel, Tomás y yo, del primer curso. Del segundo, Mercedes, Elsa y Jesús. Y… carne
fresca: Amparo , Jenny, Carmen,
Maite, Pilar y María Sergia (alias Towanda), que llegaron muy, muy asustadas. Fueron abandonando el
taller Jenny, Pilar y Tomás. Posteriormente, se reincorporó José Antonio, que
había participado hacía dos años.
El primer trabajo del curso,
para no acongojar demasiado a las nuevas, fue un cuento libre de un folio de
extensión. Yo llegué con la región narrativa del cerebro deshidratada. No había abierto el Word
en todo el verano. Mi propósito era encontrar la idea lo más rápido posible,
para ponerme a trabajar despacito durante el resto de la semana. Y enganché a la primera víctima
que se cruzó en mi camino. Me topé con ella esa misma noche en la tele, en uno de
esos programas bochornín donde las
personas se desnudan sentimentalmente. En ese en el que se busca a alguien con quien quieres reencontrarte o, incluso, conocer: padres e hijos, abuelas y nietos, amigos y
amigas, antiguas novias y novios… y en el que un paquete de Kleenex dura menos que las promesas electorales de un gobernante, cinco minutos.
En fin, atrapé a una joven que,
después de unos cuantos meses, quería saber del que fuera su novio, que
desapareció de repente de su vida. Mantenía la esperanza de volver a
estrecharle contra su pecho. Y me decía yo: “si te dejó, por algo sería”. Pues
el chico, contra pronóstico, se presentó en el plató, ante la alegría de su ex. Pero,
¿cómo respondería éste?
El cuento está narrado en
primera persona, en boca de la chica. Se utilizan dos tiempos narrativos. En
uno, la mujer nos cuenta lo que está viviendo en el programa. En el otro,
intercalado con el anterior, recuerda cuando estaban juntos. También se puede
leer como dos historias independientes e, incluso, consecutivas.
Otra mujer que se desgarra pidiendo que no la abandonen, que no la dejen, es Nina Simone, interpretando la popular canción del belga Jacques Brel "Ne me quitte pas".
Los focos me están
cegando y eso que todavía no he entrado. El regidor me hace una
seña para que pase al plató. Me tiemblan las piernas, espero no perder el
equilibrio antes de llegar ante Jorge Javier, el presentador.
Que felices somos, cariño. Ya verás, vamos a
terminar nuestras carreras, a buscar algún trabajo en el pueblo, para ahorrar, y después nos
trasladamos a Madrid. Seguro que allí conseguiremos unos buenos empleos y podremos comprar una bonita casa, para vivir juntos toda la vida. Y tener muchos hijos.
Bueno, con la parejita nos conformaremos.
El conductor del
programa me saluda. Creo que estoy poniendo cara de tonta. Me encuentro abrumada.
Ha empezado a contar toda nuestra historia, desde que nos conocimos. Con qué
fluidez lo narra, como si fuera un cuento.
Estoy deseando que llegue el sábado y pasarme toda
la noche abrazada a ti. Fundirnos como el cobre y el estaño modelando una
estatua.
Dice que permanezca
en silencio cuando él aparezca al otro lado de la pantalla, suponiendo que haya querido venir. Por Dios bendito, que haya venido.
Cariño, que te pasa, ¿ya no me deseas?, ¿te has
cansado de mí? Últimamente te veo muy distante. Parece que prefirieras estar
más con tu compañera de clase que conmigo.
Acaba de entrar en el
plató. No puedo verle, pero le siento. Me llega su olor, su calor, su
respiración. Se ríe, pero con risa nerviosa.
No me digas que lo dejemos. ¿Que te agobio? Es que
me preocupas, te veo tan desasosegado. Sé que la muerte de tu padre es un duro
golpe para ti y tu familia, pero yo sólo quiero apoyarte. Prometo dejarte
espacio para que respires.
Le está diciendo al
presentador que él nunca ha estado enamorado de mí. Que sabe que no me ha
correspondido. Que jamás me dijo que me quería. No es cierto ¡Dios! No es
cierto. Me lo ha dicho miles de veces, me lo ha hecho entender siempre. Hemos
hecho tantos planes de futuro.
Cógeme el teléfono, por favor. Llevo semanas sin
hablar contigo. Te necesito infinitamente más que el poco alimento que ingiero
cada día. ¿Por qué me haces esto? No me dejas otro remedio que intentarlo en
televisión.
El conductor del
programa le aconseja que mejor se vaya sin verme, ya que no va a ser capaz de
entender tanto cariño como le he entregado. Incluso Jorge Javier se ha dado
cuenta de todo lo que le he querido. Anhelo verle, abrazarle, sentirle otra
vez. Aunque sea a escondidas de otra mujer. Le venero de tal manera, que me
conformaría con ser su amante de estraperlo.
Me encantan tus cientos.
ResponderEliminarEspero seguir haciéndolo con los que faltan del tercer taller. Eres una de mis tres seguidores y medio favorita.
EliminarUn beso.
Hola, Cuentón.
ResponderEliminarJajajaja, ¿muy muy asustadas? Probablemente sí, pero se nos pasó pronto.
Recuerdo el cuento. Te quedó muy bien y, creo, que en esa cabeza tuya hay muchísimo talento.
Un abrazo y a ver si tenemos suerte y nos reencontramos en octubre.
Gracias a las tilas que os dio la señorita Esther pudisteis continuar. Es verdad que enseguida perdisteis el miedo, os pusisteis al día y superasteis a los antiguos.
EliminarUn beso
Como suele ser habitual... ¡GENIAL!. Enhorabuena una vez más, Cuentón.
ResponderEliminarYa sabes que me encantan tus cuentos y asomarme por tu ventana siempre es respirar aire fresco.
Un abrazo muy fuerte... esperando quedo a tu próxima publicación.
http://docecuarentaycincopm.blogspot.com/
Muchas gracias por tus generosas palabras. En la próxima entrega te espera "El mendigo de las manos azules".
EliminarFeliz verano.
Gracias por tu generosidad. Te espero la próxima quincena.
ResponderEliminarUn transatlántico abrazo.
Ya sabía yo que entre tú y Towanda había algo... pero de ahí a una amor de estraperlo....¡qué bochornín¡. Mepartotoa. Bizzz
ResponderEliminarUna consideración pala Towanda, que es una mujer muy respetable, y llegó al taller ya como una reputada blogera, a diferencia de otros. Jaláteserevelen todos los sanchopanzas de tu blog. Que entren mis lectores en tu sitio y vean lo perversa que eres. Tienes suerte de que sólo tengo tres seguidores y medio.
Eliminarhttp://larubiaproducciones.blogspot.com.es/2013/07/el-sanchopanzafestival-y-su-capilla.html.