Si en el
capítulo anterior el cuento estaba escrito en tercera persona omnisciente, ahora
correspondía hacerlo en segunda persona. Se hace pesado utilizar este tipo de narrador; tienes
que repasar las oraciones una a una para comprobar que lo estás haciendo de la forma
correcta. Seguro que algunas se me han escapado. Hay pocas obras escritas con esta característica. Según Esther, tienes
que ser muy buen escritor para hacerlo con maestría.
Como el cuento
es corto, espero que seáis capaces de soportarlo.
Como
recompensa, ahí va un vídeo donde reivindican “We don’t need no education”. Os
aconsejo que lo veáis, aunque tarde en cargarse. No sólo por la música. Quizás sea un presagio.
Estás sentada en
un pupitre del aula de tu hija, esperando que llegue la tutora; bastante
imbécil, según tu niña; aunque ya se sabe, para los chicos, todo el que te haga
trabajar más de la cuenta es gilipollas. De repente ves que atraviesa la puerta
un padre, el primero que entra en la clase, y se te escapan las entrañas cuando
te das cuenta de que es Luis, el primer novio que tuviste, cuando ibas al
instituto y tenías, más o menos, la edad de tu chica. Concluyes, sin riesgo a
equivocarte, que ha continuado con su afición a la cerveza. Esa barriga le
delata. Viene para acá; parece que saluda a la señora que está en la fila de
atrás, pero no se ha percatado de que eres tú. Se quita la americana, se gira
para colocarla en el respaldo y, por fin, te ve.
Le saludas y le
das dos besos, mejilla con mejilla; te lo podrías evitar, pero decides que es
lo correcto. Al menos huele a colonia, no es de las que más te gusta, un poco
antigua, pero aceptable.
Te muestras cortés
y, en respuesta a la sorpresa que manifiesta, le cuentas por qué estás
aquí. Piensas que te podías haber
ahorrado tanta explicación. No vas a estar aquí para escuchar un concierto, si
todos hemos venido a lo mismo.
Como toca, te
cuenta el motivo de su presencia. Su hijo va al mismo curso. Y lo que te
esperas, ocurre; te dice que nuestros hijos podrían salir juntos, como nos
ocurrió a nosotros.
Le dirías que no
crees que tu hija sea tan idiota como tú fuiste, por salir con un chulito como
él, pero te lo guardas, no es el momento ni el sitio. Le haces ver que ahora
las cosas no son como antes y las adolescentes son más maduras.
Te aparecen
ráfagas fotográficas en tu memoria y te das cuenta de que, en aquella época, no
estaba nada mal. ¡Cuánto ha perdido tu primer chico! Si tiene la cabeza como un cielo
anticiclónico, llena de claros.
Te replica que los
sentimientos de las personas siguen siendo los mismos. Y tienes que reconocer,
para tus adentros, que lleva razón.
Estás rezando
porque llegue la tutora. ¡Por fin! Ya la tenemos aquí. No puede ser. Se te
ponen los pelos de punta cuando te fijas en ella. Es idéntica, y habla igual.
Va a tener razón tu hija. Nos dice, tan simpática ella, que para asistir a una
tutoría, tienes que abonar previamente 20 euros. Esto es un disparate.
Se te hace
tardísimo. No te quieres enrollar con él, no te apetece que siga recordándote
aquella historia. Seguro que te da la vara ¿Te has fijado cómo te miraba
mientras hablaba la Guirre? Apuesto que no le importaría tener algo contigo
otra vez. Reconoces que te ha costado tu trabajo mantenerte así de bien;
pareces diez años menor que él. Bueno, tú también le has echado alguna ojeada,
pero por curiosidad, no por otra cosa.
Aunque sea, te inventas una película para salir pitando. Tus hijos
vienen mañana de viaje, pero eso él no
lo sabe y puedes contarle que llegan ahora.
Te dice que su
hija se llama Elena, como tú. Esperas que el nombre no sea por…
Estupendo como siempre, el cuento y el video.
ResponderEliminarPoner un buen vídeo da resultado. Así te aseguras de que haya algo que guste. Si gusta el cuento, mejor.
EliminarUn beso.
El nombre era por... Lo que tú y yo sabemos.
ResponderEliminarY es que las que fuímos guerreras, lo seguiremos siendo hasta la tumba, jajajaja.
Muy bueno, Cuentón.
Has clavado esa segunda persona de principio a fin.
Un abrazote
Es que dejáis una huella indisoluble. Ya lo dijeron los Coz.
EliminarUn beso
Muy buena la música y muy bueno el cuento. Es cierto, que no se encuentran muchas obras en segunda persona, pero creo que lo has solucionado muy bien. Además, me he reído un montón.
ResponderEliminarSaludos!
Me alegro de que te hayas reído. Con la tercera versión espero que lo hagas también. Un beso.
Eliminar